Tarde o temprano habrá que darle una vuelta al asunto este de las pruebas de guión. En toda mi vida profesional habré hecho cuatro pruebas. La primera para un branded content _que allá por 2010 todavía no se llamaba así_ de The Sex Shop Channel. La cosa iba de una serie de animación de educación sexual. Me cogieron (con perdón), junto a tres guionistas más. La cosa no terminó de cuajar pero fue una experiencia realmente divertida durante las pocas semanas que duró.
De las otras tres, solamente una respondía a una convocatoria más o menos pública. Y tenías que presentar tu propio formato (me cogieron también). Las otras dos fueron oportunidades que me dio alguien que conocía a alguien. A la última de las dos llegué tarde: el soplo llegó cuando la prueba ya había pasado. Aun así, Jorge Alonso accedió a hacerme la prueba, le gustó y recibí al menos un buen feedback.
El resto de pitches que he ido haciendo han sido por iniciativa propia, llevando mis specs o materiales propios por ahí cual distribuidora de Tupperware. Y llegamos a hoy, 23:49 de la noche, con mis hijas durmiendo, mi marido también, y bueno, y yo. Dándole una vuelta a este portafolio para enviar un mail; porque esta mañana un compañero de profesión me ha avisado de otra prueba en la productora donde trabaja.
Pero claro, me imagino que andarán buscando guionistas de 25 años o guionistas con ficha IMDB y proyectos que hayan corrido mejor suerte que los míos. O guionistas sin hijas recién nacidas, o guionistas que por asomo sean capaces de mantenerse despiertas delante de su teclado. Porque si llegan a hacerme la prueba me imagino el pitch subsiguiente más o menos así:
COORDINADOR DE GUIÓN
Y cuéntame, ¿en qué estás ahora?
YO
¿Que en qué estoy? Pues mira, justo esta semana estoy montando un corto documental con una bebé colgando y una niña de tres años moqueando mientras trato de mantener otro a flote porque cosas que pasan nos habían seleccionado en MEDIA cuando a mi productor ejecutivo le mató un ictus el día después de Reyes, y este es mi blog, que no actualizo desde enero porque ¿te he dicho ya lo de la bebé colgando? Aparte de eso soy capaz de hacer branded content y contenidos transmedia sobre agendas comerciales y recobros.
En ese momento, la bebé eructa estentóreamente. Al mismo tiempo una riada de caca de lactante traspasa la mochila de porteo, salpica la pantalla del portátil y se cuelga Skype.
Fer me dijo a finales del año pasado que mientras siguiéramos escribiendo seguíamos siendo guionistas. Así que he enviado ese mail, claro.